ACTUALIZACIÓN:
La Dirección del Museo nos ha informado amablemente de que el busto de Eloy Gonzalo, el Héroe de Cascorro, se encuentra en la sala «La Restauración Monárquica 1874- 1923». Más datos al final del artículo
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En toda España se recuerda a Eloy Gonzalo, el Héroe de Cascorro, aunque casi siempre con confusión entre su nombre y el del lugar del hecho heroico que le dio justa fama, lo que prueba la frase más mili que Cascorro. Pero poca importancia tiene eso. Lo grave e indignante es la situación que ha denunciado, entre otros, el coronel D. José Luis Isabel, en su artículo El Ejército que olvidó a sus héroes, en ABC de Toledo. Ese magnífico artículo cita a varios héroes recordados en el Museo del Ejército, en Madrid, de los que ahora no puede verse ni siquiera su nombre. El Museo del Ejército, uno de los mejores del Mundo y el mejor por sus colecciones, ha sido reducido a una parte mínima de sus fondos, no los más valiosos, ni más significativos, sin ninguna colección. Y para eso se han gastado ingentes cantidades de dinero y se han deshecho dos museos, el Museo del Ejército citado y el del Alcázar de Toledo, el que exponía la historia del mismo y los recuerdos de la heroica gesta del asedio, con los testimonios del homenaje de promociones y comisiones españolas, hispanoamericanas, etc. Es decir, se ha gastado dinero público en cometer tres expoliaciones, a tenor del artículo 4 de la Ley del Patrimonio Histórico Español: las de ambos museos y la del de Montjuich, en Barcelona. Tres atentados contra la Historia de España y contra la Cultura de Defensa.
Lo que ahora puede verse, más que un museo militar, es una simple exposición de piezas. Y para eso se ha gastado tanto y se han dejado de exponer las valiosísimas colecciones y los recuerdos de las gestas y los héroes, que son parte fundamental de los museos militares, que deben ser aulas vivas de Historia y sobre todo de Historia Militar.
Entre esos héroes que se han relegado al olvido, por mala fe, por ignorancia, o por ambos motivos, recordamos aquí a uno de los más populares, el Héroe de Cascorro.
Eloy Gonzalo nació en Madrid y fue depositado en la Inclusa, con ropas de buena calidad y una nota con el nombre y apellidos que se le debían imponer. Fue adoptado por un guardia civil, destinado en Chapinería (Madrid), donde residió hasta los veintiún años, con sólo dos ausencias: cuando su padre adoptivo fue ascendido y destinado a otro pueblo, del que pronto volvió; y cuando le llegó el retiro y regresó a su pueblo, del que Eloy volvió después y fue empleado de un propietario, cuyos hijos eran amigos suyos.
Fue carabinero, con destino en Estepona y Algeciras. Cuando recibió la licencia para contraer matrimonio, con el permiso de doce días, fue a ver a su novia y la encontró con un teniente del Cuerpo, en actitud de flagrante infidelidad. Él empuñó su arma, pero los allí presentes le impidieron usarla. Fue condenado a doce años de prisión, pero se publicó un R.D. en que se indultaba a quienes, estando en prisión militar, por delito que no afectase a su honor, solicitasen destino a Cuba. Lo solicitó y fue destinado al 1er. Batallón del Regimiento María Cristina nº 63, en Puerto Príncipe (Camagüey).
Se incorporó en diciembre de 1895 y, desde el primer momento, demostró gran valor y espíritu militar. El 28 de marzo de 1896, su compañía, la 1ª, se hizo cargo del destacamento de Cascorro, a 63 Kms. al S.E. de Puerto Príncipe. La mandaba el capitán Neila de Ciria; su sección, la 1ª, el teniente Perier, y su pelotón el sargento Tropel.
El asedio de Cascorro empezó el 22 de septiembre de 1896. La insurrección seguía al E. de la Trocha de Júcaro a Morón, pero al O., sus restos estaban acorralados en el final de la isla. Por ello, necesitaba una victoria, por pequeña que fuera, para lo cual Máximo Gómez concentró, en la zona de Cascorro, la mayoría de las partidas de Oriente, con más de cinco mil hombres. Al amanecer, cercaron el pueblo e iniciaron el fuego de cañón contra los tres fortines. El día 25, el capitán ordenó al teniente Perier una salida con veinticinco voluntarios, que impidió a los atacantes ocupar una casa próxima; uno de ellos fue Eloy Gonzalo. Los días 25, 27 y 28, se intimó la rendición, con buenas condiciones, siempre rechazadas; la última, por carta del marqués de Santa Lucía, su presidente de la república, con oferta de paso libre hasta Puerto Príncipe.
El día 30, los atacantes ocuparon sigilosamente una casa a unos cincuenta metros del fortín, desde la que hacían un fuego muy efectivo. La situación era grave en extremo y la única solución era quemar dicha casa, lo que se intentó, sin conseguirlo. Entonces Eloy Gonzalo se ofreció para prender fuego a la misma, con la condición de que lo atasen con una cuerda, para tirar de él en caso de muerte. El capitán aceptó y Eloy Gonzalo, atado con una larga maroma y con una caja de cerillas y un bote de petróleo, salió del fortín, apoyado por sus disparos, fue a la citada casa, la incendió y regresó ileso. Para dispersar a los atrincherados cerca, el capitán ordenó una nueva salida, con veinte voluntarios, uno de los cuales fue otra vez Eloy Gonzalo.
La lucha continuó hasta la tarde del 4 de octubre, en que los atacantes se retiraron, al llegar una columna, tras varios días de marcha y dieciséis combates. El día 5, aún se combatió y, al amanecer del 6, la columna entró en el pueblo y liberó a sus defensores.
La noticia, publicada por El Imparcial, y después por toda la prensa, inició su fama.
Por la defensa de Cascorro, se concedieron varias condecoraciones y el Casino Español de Puerto Príncipe hizo entrega de una medalla de plata, de notable valor artístico, a todos los defensores. Eloy Gonzalo recibió la Cruz de Plata del Mérito Militar con distintivo rojo pensionada, entonces la más alta condecoración para las clases de tropa. De Chapinería, le escribió un amigo, en nombre de todos. El Ayuntamiento de Madrid, le envió una felicitación y un donativo. Y la Junta Patriótica Españolade La Guaira (Venezuela), le envió una felicitación y un cuantioso donativo.
El 1º de febrero de 1897, la insurrección estaba prácticamente acabada, excepto en la zona oriental dela isla. El batallón fue destacado a la zona de las ciénagas de Zapata y Macurijes, zona de selva pantanosa, muy insana. Ya no había combates, sino marchas, reconocimientos y vigilancia. A primeros de junio, él empezó a sentirse mal y no quiso ser evacuado. Pero el día 6, estaba peor y lo fue al Hospital Militar de Matanzas; allí se le diagnosticó enterocolitis ulcerosa, de lo que falleció el día 18. Lo habían respetado las balas, pero fue víctima de las insalubres ciénagas.
En diciembre de 1898, sus restos fueron trasladados a Madrid, donde recibieron un gran homenaje oficial y popular. Fueron depositados en la basílica de Atocha y después inhumados en el cementerio de la Almudena.
El Ayuntamiento de Madrid dedicó al héroe el monumento en la plaza de Cascorro, así llamada desde entonces, y la calle de su nombre. Y se le elevaron otros monumentos en Chapinería, su pueblo, y en San Bartolomé de Pinares, el de sus padres adoptivos.
En el Museo del Ejército de Madrid, se le dedicó un busto, en que estaba representado con su uniforme de Ultramar. ¿Dónde está ahora ese busto, que era su recuerdo?
Gabriel Rodríguez
P.D. La Dirección del Museo nos ha informado amablemente de que el busto de Eloy Gonzalo, el Héroe de Cascorro, se encuentra en la sala «La Restauración Monárquica 1874- 1923», en la forma que se ve en las fotografías adjuntas de dicho busto, su entorno y su cartela. Nos alegra saber que está bien conservado e instalado.
La contestación a las preguntas sobre la laureada que lleva dicho busto, en vez de la Medalla de Plata que ostentó realmente, es que esa laureada es la condecoración equivalente establecida en el Reglamento de Recompensas aprobado años después.
Eloy Gonzalo, a pesar de la consideración de héroe, no recibió nunca la Cruz de San Fernando, ni laureada ni sin laurear. El busto que se muestra en el Museo la luce indebidamente, y se pudo deber a una licencia del artista.