Una desgraciada y poco estudiada iniciativa, adoptada en 1996, ha dado como resultado la desaparición del Museo del Ejército que se encontraba en Madrid, donde fue fundado en 1803 y en cuya defensa participó en 1808.
Las colecciones que hacían de él el mejor dotado del mundo han ido a parar en parte a un horrendo adefesio que rompe la estética del Alcázar de Toledo, destrozando de este modo la imagen de aquel monumento; simultáneamente se han desperdigado por diversos establecimientos parte de sus piezas, en tanto que un pequeño número de las mismas quedan expuestas al público en condiciones precarias y sin el menor respeto a la verdad histórica que representan.
Entretanto, el Ala Norte de lo que fue Real Palacio del Buen Retiro permanece sin utilización aparente a pesar de que el pretexto para expulsar de allí el Museo del Ejército era la supuesta restauración en sus estancias de lo que fue Salón de Reinos, decorado en tiempos de Felipe IV con retratos reales y cuadros de batallas, entre otros la Rendición de Breda de Velázquez.
Independientemente de las sentencias que dicten tanto el Tribunal Supremo como la Audiencia Nacional en cuanto a la falta de fundamento legal de las lamentables y costosas operaciones realizadas, esta Asociación propone volver a la idea expuesta por Elías Tormoen 1912 para restablecer en lo posible el Salón de Reinos, utilizando el resto de las estancias de dicha Ala Norte para exponer en ellas una parte de las armas, banderas y uniformes representantes de lo que fueron los Ejércitos de la Monarquía española en los siglos XVI y XVII, coetáneos con el Salón de Reinos en el momento en quela Monarquía alcanzó la cumbre de su poder militar.
Entendemos que con esta actuación se remediaría en lo posible el tremendo daño causado a nuestro patrimonio histórico y cultural; la capital de la Nación recuperaría parte del patrimonio expoliado y conservado en Toledo fuera de la vista del público en condiciones que se desconocen, y simultáneamente el Museo del Prado podría presentar el conjunto de cuadros, algunos de gran valor, que volverían al Salón de Reinos, lugar para el que fueron realizados.
Esperamos que esta idea sea apoyada por los ciudadanos españoles y singularmente por quienes son responsables y administradores de nuestro patrimonio cultural e histórico como las Reales Academias y el propio Museo del Prado.