Os contaremos a lo largo de varias entradas la historia del Museo del Ejército. En esta primera, os hacemos una descripción genera, que iremos detallando más adelante.
El Museo del ejército fue creado por Godoy en 1803, y «era» (porque ya no existe) el más antiguo de España después del Museo de Ciencias Naturales. Por lo tanto, se trataba de un museo más antiguo que El Prado, que se abrió más de 30 años después.
Su primera ubicación fue en el Parque Central de Artillería (Palacio de Monteleón, Madrid), y contaba, principalmente, con los fondos de Artillería. Allí se depositaba una copia de cada modelo de arma nueva que se fabricaba.
Fue allí donde el personal y fondos del Museo entraron en combate contra Napoleón, el 2 de Mayo de 1808, bajo el mando de los capitanes de Artillería Daoiz y Velarde, y del Teniente de Infantería Ruiz. Ya os relataremos este episodio de forma más detallada en otra entrada.
En 1815 se trasladó al palacio de Buenavista (sede actual del Cuartel General del Ejército), e incorporó nuevas colecciones. La principal, las 2.000 banderas (aproximadamente) que eran patrimonio Real. Y siguió recibiendo colecciones y piezas.
En tiempos de la regencia de Espartero, éste reclamó para su uso dicho palacio, y el museo se trasladó al palacio del Buen Retiro, que ha sido su sede ininterrumpida hasta ahora.
Fue incorporando fondos, tanto aislados como colecciones. Entre las más importantes:
– la espada Tizona del Cid (fabricada, según estudios del Instituto de Mineralogía, en Córdoba entre el 1025 y el 1040). Fue utilizada por los reyes castellanos para jurar los fueros, hasta que los Reyes Católicos se la donaron al marqués de Falces. Uno de sus últimos descendientes la prestó al Museo tras la guerra civil y, ante el riesgo que corría con el traslado, y tras la negativa del Mº de Defensa a comprarla, se la ha vendido a la Junta de Castilla y León, para que esta espada Tizona se exhiba en Burgos, En el Museo Arqueológico.
– La colección de armaduras de combate (S. XIV a XVII) del duque de Medinaceli, que depositó en 1936, ante el riesgo de que fuera destrozada por las milicias de retaguardia del Frente Popular.